Las malezas no son totalmente nocivas a los cultivos, por lo tanto hay que manejarlas más que pensar en erradicarlas. Ellas guardan humedad del suelo, ayudan a disminuir la erosión del mismo y dan condiciones de biodiversidad a los monocultivos. Hoy hablaremos sobre aprenda a controlar las malezas con Finca y Campo II.
Las malezas compiten con los cultivos por nutrientes, agua y luz. También en algunos casos sirven de hospederas a plagas y enfermedades de los cultivos. Además del control químico de malezas con herbicidas, existen otros métodos de manejo.
Los métodos físicos de control de malezas consisten en el uso de equipos o herramientas para su corte o erradicación. Se usan machetes, guadañas, de forma manual y rastras en mecanización.
Los métodos culturales más comunes son: la rotación de cultivos, la preparación del terreno, el manejo de distancias de siembra, los cultivos asociados o intercalados, las coberturas vivas o muertas.
En vez de la erradicación total de malezas con suelo totalmente limpio que se usó en el pasado, hoy en día se trata de manejar las malezas únicamente en el sitio y manera en que hacen daño. Entonces generalmente se trata de dejar los platos limpios que es el sitio en donde se encuentran las raíces del cultivo y en el resto del suelo dejar las malezas de forma controlada.
También hay un método de manejo que involucra varias prácticas el cual consiste en guadañar las malezas a una altura mínima, esperar a que rebroten y aplicar en forma selectiva un herbicida que ataque solamente a las malezas más agresivas. De esta forma se propicia el crecimiento de las malezas menos agresivas, llamadas también malezas nobles, las cuales no compiten de manera significativa con el cultivo.
Las malezas nobles cubren el suelo a manera de cobertura viva, protegiéndolo de la erosión, reteniendo humedad. Solamente se mantiene limpio el plato de las plantas cultivadas. Con el tiempo, las malezas nobles se establecen permanentemente disminuyendo los cotos de control.
