Las Buenas Practicas Pecuarias enfocadas a la producción ganadera reciben el nombre de Buenas Prácticas Ganaderas BPG. El cumplimiento de las BPG permite que los ganaderos ofrezcan productos con garantía de sanidad e inocuidad.
La certificación en Buenas Prácticas Ganaderas BPG la ofrece el Instituto Colombiano Agropecuario ICA con previa verificación de los requisitos correspondientes, en sistemas productivos de ganado de carne, ganado de leche y porcinos.
Se trata también de usar la inocuidad como herramienta de competitividad. Por ejemplo, los productores de leche reciben un sobreprecio al presentar al agente comprador el certificado de BPG.
Igualmente, las BPG significan la reducción de algunos costos de producción y la mitigación del impacto de las prácticas pecuarias sobre el medio ambiente.
Si un productor ganadero quiere iniciar su proceso de certificación, debe acercarse a la oficina del Instituto Colombiano Agropecuario ICA en donde está registrado su predio y solicitar una visita de inspección sin ningún costo.
Aunque inicialmente la implementación de requerimientos pueda significar inversiones de algún monto, estas se verán recompensadas en el futuro próximo ya que el cumplimiento de las reglamentaciones es cada vez más requisito indispensable para poner los productos en el mercado.
Las BPG inician con el registro de los hatos ante el ICA, condiciones sanitarias y de inocuidad en infraestructura, planes de saneamiento, almacenamiento manejo de insumos pecuarios y agrícolas, sanidad animal y bioseguridad, trazabilidad, buenas prácticas en alimentación animal, en ordeño, etc.
Incluyen prácticas de manejo de suelo (producción multiestrato, asociaciones de especies, abonos verdes, coberturas, rotación de potreros, entre otros), manejo de agua (corredores ribereños, bebederos sustitutos, normatividad de uso de agua), bienestar animal (sombra, corrales etológicos, corrales vivos, transporte adecuado), y manejo de entorno. Todo enmarcado en la reglamentación agroforestal y demás regulaciones ambientales.
Las Buenas Práctica Ganaderas, así como las Buenas Prácticas Agrícolas han dejado de ser una opción del productor para constituirse casi en una obligación si se quiere seguir siendo competitivo en los mercados agropecuarios.