El mantenimiento preventivo es de suma importancia no sólo para el buen funcionamiento de la guadañadora, sino también para alargarle su vida útil. El uso y las condiciones de trabajo son determinantes a la hora de prevenir daños en la máquina.
En el caso de un equipo profesional que se utilice diariamente y que realice trabajo pesado se recomienda hacerle un mantenimiento cada seis meses, incluso si la máquina no está fallando ni emitiendo ruidos extraños.
Con este tipo de mantenimiento se busca detectar problemas principalmente en rodamientos del cigüeñal, que no haya fugas en los retenes del motor, remover el exceso de grasa que se acumula en el tubo, entre otros.
En cuanto a equipos con un uso doméstico u ocasional se recomienda realizarle mantenimiento cada año.
Este mantenimiento preventivo se realiza para evitar futuros daños especialmente en el motor, lo cual puede ocasionar pérdida total en el equipo o que requiera un mantenimiento correctivo el cual le puede costar más dinero. Recuerde que su guadañadora es una inversión y es su responsabilidad realizarle el mantenimiento a tiempo, esto acompañado de simples cuidados del operario pueden reducir el riesgo de daños en la máquina.
